Tener una alimentación balanceada es muy importante para toda la familia, en especial para los niños que se encuentran en desarrollo. El consumo de frutas y verduras juega un papel esencial en estos hábitos saludables, pero no siempre es tan fácil conseguir que los niños los coman, por eso a continuación te compartimos una serie de recomendaciones que pueden ayudarte a incrementar el consumo de vegetales en los más pequeños de la familia:

La presentación de las verduras
Las verduras se puede consumir de muchas formas, es importante que intentes presentar los alimentos de manera más variada y divertida: en forma de palitos, rallada, hervida, asada, como sopa o crema, servirlos en smoothies o licuados. Puede ser que a un niño no le guste la zanahoria hervida, pero le guste cruda y cortada en bastoncitos. Depende la forma de cocinar el sabor puede variar mucho y con una presentación original tu niño tendrá más ganas de comer sano.

El sabor
Sabemos que no les vas a dar a tus pequeños una comida con mal sabor, solo es importante recalcar que su gusto es muy diferente al de un adulto y tenemos que empezar poco hasta que se acostumbre y le tome el gusto a los vegetales. Así que inicia con los vegetales con sabores más suaves, que se mezclen mejor con la comida y de ahí vas escalando.

Ten a la mano frutas y verduras
Que cuando abra el refrigerador siempre tenga a la vista la opción de frutas y verduras ya listas para comer, lavadas y cortadas en tamaños de bocados.

Esconder entre la comida
No es la mejor de las opciones pero si es una medida desesperada cuando lo anterior no funciona: esconder o disfrazar a los vegetales en comidas que sabes si les gusta. Por ejemplo, puedes agregar vegetales a su licuado de fruta favorita, puedes moler algunas verduras en la sopa o usarlas de base en comidas que sabes no rechazará como pizza de coliflor ¡No se dará cuenta!

Sírvele de buen ejemplo
Será muy difícil que los pequeños de la casa tengan hábitos alimenticios saludables cuando tú no los tienes, por eso es importante ser un ejemplo en las comidas.

Recuerda que es normal que a los niños, como a los adultos no les guste ciertos alimentos y no se les debe obligar a comerlos, pero tampoco te rindas tan pronto y siempre presenta nuevas opciones para que la alimentación de tu familia sea balanceada y completa.